El pasado sábado 23 de noviembre tuvo lugar un concierto muy especial. Todos los años, www.laschicasdelgospel.com celebran un concierto en beneficio del comedor social de el Carmen, En Zaragoza. Esta era la sexta ocasión en la que dicho concierto tenía lugar y estuvieron acompañadas en escenario por los integrantes de la escuela de gospel.
La Escuela de Gospel está formada por un grupo muy heterogéneo de personas, en el que algunos tienen experiencia en escenarios, pero para otros, fue la primera vez. Lo describen como muy especial y mágico y una vivencia que disfrutaron mucho. Para otros, supuso volver a los escenarios después de mucho tiempo, lo que también siempre es muy satisfactorio.
Subirse a un escenario implica muchos detalles que a lo mejor no se ven a simple vista.
La actitud es fundamental, cualquier cosa que pasa en el escenario es visible para la audiencia.
Si al terminar una canción, pones una mala cara, haces un gesto raro o dialogas con el compañero de al lado, se ve.
Si te rasques la nariz, te recolocas el pelo o la ropa, también se ve.
Cuando subes al escenario, eres consciente de que todo el mundo te mira, pero esa sensación se te olvida, y a veces, incluso te relajas en exceso, por lo que es muy importante tener en cuenta estos pequeños detalles.
Si tú te lo pasas bien y tu actitud le muestra al público que estás contento, es un momento de felicidad, eso es lo que transmites, y eso fue lo que transmitimos durante este concierto. El género gospel te ayuda a transmitir sensaciones de alegría y felicidad, porque es una música que te transporta y te lleva hacia ello.
El siguiente aspecto muy importante es tu propia capacidad de resistencia. Un concierto tiene una duración de entre una y dos horas, el que nos ocupa tuvo una duración de 75 minutos.
Eso requiere que puedas aguantar físicamente unas 15 o 16 canciones en las que tienes que bailar y cantar a la vez. Eso no se aprende de un día para otro, requiere de un trabajo de entrenamiento constante, a nivel vocal y a nivel corporal.
Muchos de los integrantes de la escuela, estuvieron practicando durante semanas incrementando su actividad física previo al concierto, es decir usando las escaleras, aumentando la velocidad al pasear, usando cintas de correr. Y mientras realizaban esas tareas, cantaban y ensayaban su repertorio.
No es una tarea fácil como ya he dicho, pero es esencial, ya que la resistencia vocal es una cosa, la resistencia corporal otra, y las dos juntas requieren de mucho trabajo.
El concierto comenzó con Las Chicas del Gospel, interpretando algunas de nuestras canciones favoritas como por ejemplo, esta:
Luego continuó con varias canciones con la escuela como protagonista, después participaron tres solistas y finalizamos el concierto en conjunto. En este concierto participaron los alumnos de la escuela que comenzaron el curso pasado, en octubre de 2018. Los que han comenzado este Curso, en septiembre de 2019, tendrán su oportunidad dentro de unos meses, en una ocasión también muy especial.
Aunque este concierto supone la presentación oficial de la Escuela de Gospel, el junio pasado se realizó una muestra para amigos y familiares. Puedes ver un pequeño fragmento aquí: https://youtu.be/lTePUI5Lbcw
El público quedó encantado con la actuación. Yo también, aunque terminé más cansada y sudando más que en cualquiera de mis sesiones de entrenamiento. Creo que la frase más comentada al respecto fue : “pero esta chica cuánta energía tiene… ¿qué come?” Pues sobre todo ilusión y pasión por lo que hago, eso es lo que me “alimenta”.
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